Cuando las estructuras profesionales se amplían, los despachos dejan de ser unipersonales y en ellos conviven diferentes profesionales, surge la necesidad de poner orden y concierto en el trabajo. Ni que decir tiene cuando nuestro despacho es un despacho consolidado por un equipo de profesionales más o menos extenso. En cualquier caso, será de gran ayuda tener implantados unos protocolos internos de gestión y de relación con el cliente.
Los protocolos de gestión pueden contener múltiples y diversos procedimientos, los más comunes se podrían agrupar en los siguientes bloques de contenido, que iremos viendo a lo largo de este artículo, pero lo más importante para que sean útiles y eficaces es que se adapten a las necesidades de nuestro despacho, como si de un traje a medida se tratase.