Los videos de contenido se han convertido en una herramienta muy útil para llegar a nuestro público objetivo, incluso a aquel que todavía no conoce nuestra marca. Además, se ha podido ver como alrededor del 80% de los compradores decidieron comprar después de ver un vídeo de la marca. Esto significa que este tipo de formato se está convirtiendo en una parte esencial para lograr la conversión y para acompañar al cliente en el proceso.
Uno de los principales motivos por los que el vídeo se ha convertido en un formato tan importante para las empresas es que su consumo ha aumentado, especialmente durante y tras el confinamiento por la pandemia. Esto ha provocado que muchos consumidores busquen información online sobre el servicio que van a contratar antes de efectuar la compra, una información que prefieren en vídeo antes que en otros tipos de formato.
En los despachos de abogados, aunque siempre más lentos en nuevas tendencias, tampoco nos quedamos atrás y cada vez utilizan más los videos como herramienta para comunicarse con su público objetivo, ya sea a través de redes sociales, de su web corporativa, newsletter, etc.
Empecemos por el principio: ¿qué es una presentación en vídeo?
Una presentación en vídeo es una forma de comunicación con nuestro público objetivo en la que la información se transmite mediante vídeo.
Los formatos habituales de presentación en vídeo son, entre otros, presentaciones de diapositivas pre-grabadas, tutoriales o charlas inspiradoras con posibles soluciones o novedades jurídicas.
Cómo tiene que ser una buena presentación en vídeo
¿Te he convencido ya de las bondades de realizar tu video de consejos jurídicos? Manos a la obra.
Primero piensa el tema, los ejemplos y el público objetivo. Es probable que ya te hayas hecho una idea de lo que quieres tratar en la presentación, pero ponerlo por escrito puede serte útil:
- Objetivo de la presentación: qué quieres transmitirle al público con el vídeo.
- Enfoque: ¿a quien va dirigido?, ¿qué lenguaje vas a usar para que te entiendan?, y qué asuntos tratarás para que se entienda el concepto.
- Recursos: qué ejemplos compartirás para ilustrar los conceptos más importantes.
Si ya tienes la idea clara ha llegado el momento de la acción y aquí también hay ciertos aspectos generales que conviene tener en cuenta:
• Define las expectativas: aprovecha la introducción para dejar claro lo que se espera conseguir, ya sea con un índice o anticipando el contenido de la sesión.
• Controla el tiempo: no hagas una presentación en vídeo más larga de la cuenta.
• No te limites solo a las diapositivas: si las diapositivas aportaran todo el valor, bastaría con enviarle un PDF al público. Pregúntate qué valor añades al contenido si lo presentas.
• Hazla variada: rompe la monotonía y cambia de ritmo a intervalos adecuados.
• Asegúrate de que el audio y la imagen sean de calidad: te interesa que el público se fije en el mensaje, no en la calidad del vídeo.
• Convierte los puntos más importantes en algo tangible: usa historias, anécdotas, casos de éxito, preguntas y ejemplos para ilustrar los conceptos clave y despertar el interés de los espectadores.
• Y por último, no vuelvas a empezar desde el principio si algo no sale perfecto: los errores durante la grabación se pueden quitar después editando el vídeo.
Por último recuerda, con un vídeo nuestro público objetivo puede obtener mas información en menos tiempo, y le resultará mucho más ameno que cualquier otro formato de informe o artículo, si lo presentas de una forma atractiva y llamativa.